Una civitas libera ("ciudad libre" en latín, en plural, civitates liberæ; también urbs liberae condicionis; en griego: ἐλευθέρα καὶ αὐτόνομος πόλις)[1] fue la designación dada a una ciudad autónoma durante las épocas imperial romana y helenística. El estado le fue otorgado por el emperador, que, sin embargo, supervisaba los asuntos de la ciudad a través de sus epistates o curator respectivamente. Varias ciudades libres también tenían derecho a emitir monedas que llevaran el nombre de la ciudad.